Del 16 de abril al 16 de mayo

Busto de San Prudencio y Relicario de los Santos  Prudencio y  Gaudioso y las Santas Justa y Rufina

San Prudencio

Natural de Armentia (Álava), marchó a Soria como anacoreta discípulo de San Saturio, de ahí partió a Calahorra donde desarrollaría una importante tarea evangelizadora y realizó varias curaciones milagrosas. Ante el número de enfermos que a él acudían, partió a Tarazona para alejarse de la fama. Aquí fue clérigo de la Catedral turiasonense, posteriormente obtuvo el cargo de ardeciano y finalmente fue nombrado obispo de Tarazona en fechas sin concretar del siglo VI.

Santo desde el siglo VIII, su festividad coincide con el día de su muerte, el 28 de abril de un año sin concretar en el Burgo de Osma (Soria). Patrón de Álava, también ostenta el título de patrón de la Diócesis de Tarazona junto a San Gaudioso. 

Las Reliquias de San Prudencio

 Las reliquias siempre han tenido una veneración y un atractivo extraordinario por ser una credencial del poder espiritual de los restos terrenales de los Santos. La población veía que con la posesión y adoración de reliquias se satisfacían muchas de sus peticiones: soluciones ante las plagas, catástrofes, epidemias…

La gran veneración a San Prudencio hace que encontremos sus reliquias repartidas en muchos lugares; Roma, Nájera, Belorado, Albeldar, Sahugún, Armentia, Vitori, Logroño, Vitoria, Bilbao, San Sebastián, Osma y Tarazona. Siendo el relicario de la Catedral de Tarazona el de mayor mérito artístico.

La primera noticia conocida acerca de las reliquias de San Prudencio de la Seo de Tarazona son el año 1384, cuando en un inventario de jocalias se recoge la existencia de un relicario con el brazo de dicho Santo. Esta reliquia fue regalada a la catedral por Pedro Pérez Calvillo, obispo de Tarazona de 1354 a 1391.

Este prelado fue gran devoto de San Prudencio, como lo demuestra el hecho de que su capilla funeraria en la catedral esté dedicada a San Prudencio, San Lorenzo y Santa Catalina.

Ficha técnica Busto Relicario

Autoría: Luis de Guevara menor.

Cronología: 1589 – 1590.

Técnica: Plata dorada y encarnada.

Forma pareja con el Busto relicario de San Gaudioso.

Descripción:

Sería en el siglo XVI cuando el obispo Pedro Cerbuna haría el encargo de este relicario al platero turiasonense Luis de Guevara menor. Se acordó que la pieza quedaría lista para la festividad santo, o como muy tarde para el día del Corpus como finalmente sucedió, haciéndose efectiva la entrega del trabajo el 27 de junio de 1590.

El encargo consta que se imitaría la mitra rica que su señoría tiene. El relicario es un lujoso firmal dispuesto en el broche de la capa que acoge parte del hueso del brazo del prelado. La capa está ricamente decorada con cueros recortados, máscaras, y trofeos y querubines que alternan con gemas engastadas, y en el dorso luce una Inmaculada Concepción y medallón con las armas del prelado que también encontramos en la peana de plata. 

Ficha técnica  Relicario de los Santos Prudencio y Gaudioso y Santa Justa y Rufina

Autoría: Antonio o Domingo La Estrada.

Cronología: Zaragoza, hacia 1750.

Técnica: Plata en su color.

Pareja del relicario de San Gaudioso, San Lucio y San Millán.

Descripción:

Relicario múltiple de gran riqueza plástica y rica decoración a base de elementos vegetales y geométricos, querubines, y rocallas simples y en abanico. En el centro encontramos dos ángeles, uno con una corona de flores en la mano y el otro apoyado sobre una espada, probablemente en alusión al martirio que sufrieron los titulares de las reliquias aquí conservadas.

Tan sólo las tres reliquias principales presentan cartelas que las identifican. En la base hueso del brazo de San Prudencio, en el astil los dedos de Santa Justa y Santa Rufina, y en el centro del ostensorio una reliquia de San Gaudioso Numerosas celdas acogen reliquias con una numeración que permitiría identificarlas en algún documento hoy desconocido. 

Las dos obras fueron restauradas por la Fundación Tarazona Monumental en el 2009.