Grisalla del Profeta Jeremías

Bóveda de la Capilla mayor.

Siglo XVI. Alonso González.

Descripción del bien:

En muchos sitios presumen de tener una Capilla Sixtina. Y en la Catedral de Tarazona podemos presumir de ello con más razón que en muchos otros… Aquí encontrarás la Capilla Sixtina del Renacimiento Aragonés, un sobrenombre que le han otorgado prestigiosos historiadores del arte. 

Esta Capilla Sixtina se encuentra en la bóveda del altar mayor, y se corresponde con las pinturas realizadas en el siglo XVI por Alonso González.

La técnica que utilizó es conocida como grisallas, que consiste en usar la pintura gris en todas sus tonalidades para realizar los dibujos. Estas grisallas se encuentran sobre un falso mosaico dorado que en realidad está pintado.

En el primer tramo representó a las 16 Sibilas, a las que también representó Miguel Ángel en la Capilla Sixtina del Vaticano. Aunque en este caso las Sibilas de un monumento y otro no tienen semejanza.

Sin embargo en la representación que González hizo en el segundo tramo, la de los Profetas, encontramos grandes semejanzas con los representados por el italiano en Roma. Esa es la razón de haber denominado a esta obra la Capilla Sixtina del Renacimiento Aragonés. Concretamente si nos fijamos el profeta Jeremías de la Seo turiasonense esta inspirado completamente en el romano.

Esto se cree que puede ser debido a la clara influencia del prodigioso artista italiano afincado en Tarazona, Pietro Morone. Quien llegó directamente de Roma con todas las novedades y el conocimiento del estilo que convertiría a Tarazona en la «Joya del Renacimiento».  

Estas pinturas siempre han estado a la luz, a diferencia de los desnudos que se encontraron en el Cimborrio.